19.10.08

·· El tesoro de Remihllnas / The Treasury of Remihllnas

C3-0341

C3-0340





C3-0334




C3-0330




C2-0315





C2-0303





C2-0302





C1-0280





C1-0242





C1-0185





C1-0136





C1-0124





C1-0109




El hallazgo de las trescientas cuarenta y una tablillas de Rehmillans ha supuesto un cambio importante en la investigación de una fase oscura de la historia que, debido a la gran cantidad de condicionantes que concurren en una misma dirección, fue denominado en su día como Período de la Confusión de las Mentes (1980-2080 d.C.).

Con anterioridad al descubrimiento del Tesoro de Rehmillans, se habían obtenido innumerables evidencias de una época especialmente negativa y rigurosa. Los estudios científicos llevados a cabo sobre cuatro mil setecientos cincuenta y ocho objetos, hallados en excavación, parecían no dejar lugar a dudas en este sentido. Tendencia extremadamente lógica por otra parte, dado el cúmulo de conflictos, catástrofes y acontecimientos severos acaecidos sobre la faz de la Tierra a lo largo de la primera mitad del siglo XXI. Tanto el desarrollo económico desaforado como el desorden medioambiental derivado de él y la insatisfacción y el hartazgo generalizado de la población, después de siglo y medio de abusos contra natura, pusieron contra las cuerdas de modo implacable al conjunto de las estructuras mundiales.

Este conjunto arqueológico es único en el mundo en su género. Restos materiales de un pasado-futuro que ponen en evidencia ciertas prácticas sociales extraordinarias, exclusivamente localizadas en el Mediterráneo Occidental, y que establecen un punto de inflexión decisivo a la hora de abordar dicho período. La semilla de la conciencia humana en su estado más puro alberga en este conjunto objetual y en la fuerza de su mensaje esperanzador. De algún modo podrían ser consideradas como el rastro iniciático de un crepúsculo, al mismo tiempo que reliquia evidente de un despertar. Larva de la quincuagésima regeneración atávica.

De la información obtenida a partir de este conjunto, y de otros elementos hallados en torno a los templos depositarios, se desprende que, al margen de la religión, los integrantes de una o varias congregaciones o sociedades, presumiblemente clandestinas, se auto-impusieron en los albores de la Confusión el compromiso de perpetuar toda una serie de presupuestos y creencias inalienables. Las tablas de arcilla habrían actuado como unidades modulares de una serie de dogmas y/o auspicios particulares, con la mirada puesta siempre puesta en un fin social superior. Los observantes rehmillanenses acudirían a unos enclaves determinados (Cueva 1, Cueva 2 y Cueva 3), en los que, a la manera de escribas, expertos en la nueva liturgia virtuosa traducirían sobre el barro sensible y en un lenguaje simbólico muy rico, todo aquello de lo que quisieran dejar constancia los “feligreses”. Buenos augurios, deseos de prosperidad, promesas, anhelos, pruebas y expectativas de amor, voluntades, predicciones de salud, demandas de cambio a mejor, códigos de buen comportamiento... y tantos otros temas en esa línea positiva. Observando las normas de un procedimiento instituido, aún no descifrado en su totalidad, dichos maestros de las formas y los conceptos habrían sabido sintetizar a la perfección, en el lenguaje rehmillanense del bajorrelieve, una mezcla a partes iguales de invocaciones puramente personales, jaculatorias solemnes mancomunadas y perspectivas mixtas. De viva voz los parroquianos relataban sus expectativas, mientras que los escribas las iban modulando sobre la arcilla a medida que se iban aclarando los conceptos durante las sesiones.

Todavía es pronto para poder explicar con una precisión absoluta lo que quieren transmitirnos esas piezas. El lenguaje jeroglífico-gestual que contienen parece contradecirse en muchos casos, dando lugar a paradojas o bucles de información confusa, difícilmente asumibles por arqueólogos e historiadores. Aunque también es cierto que se han podido aislar un conjunto de axiomas y fundamentos concluyentes, a partir de los cuales se estructura una investigación ordenada y eficaz.

Por motivos de seguridad, no es posible desvelar todavía la situación geográfica exacta de los depósitos arqueológicos de Rehmillans, ya que la exploración prosigue con enormes expectativas, encontrándose desde sus comienzos bajo secreto gubernamental. Desclasificar toda o parte de la investigación daría lugar con toda probabilidad a un retroceso en las pesquisas, ya que, tanto los últimos hallazgos como los cruces de las informaciones obtenidas en estos cinco últimos años, implican líneas de intervención tan diversas como tangenciales que, de hacerse públicas hoy, podrían dar lugar a estados de desconcierto general no deseados.
Se sabe no obstante que las excavaciones están localizadas en dos enclaves secretos de MayurQa y uno en la costa oeste de Cerdeña. Tres lugares de características muy similares: cueva de difícil detección en superficie, siempre profunda y con tendencia a la subterraneidad, con un amplio espacio de reunión a la entrada, múltiples nichos excavados en la roca para “recepcionar” las tablas, y dos cubículos con camastro de piedra, muy probablemente para posicionar a sendos centinelas. Son cavernas muy limpias, espacios respetados por el hombre, en los que no se han encontrado rastros de vandalismo, ni tan siquiera pinturas ni mensajes cincelados en sus paredes o techos. Preocupa sin embargo la ausencia de cientos de tablas, a tenor de los muchos nichos vacíos. Lo que da lugar a la especulación: no se sabe con certeza si esos nichos se tallaron y no se llenaron nunca o, por el contrario, las placas fueron robadas o incluso trasladadas por los propios “correligionarios” a otros posibles enclaves, todavía por descubrir. La dirección científica del proyecto se decanta por la tercera opción, la de la mudanza, ya que, de haber sido profanados los enterramientos, habrían sido detectados en las cuevas signos evidentes de trajín y/o violencia.


C1-0056





C1-0049





C1-0044





C1-0007





C1-0001

·· Portadoras / Carriers

RQ_PORT·0006



Hasta la fecha se han hallado tan solo seis “portadoras”. Se trata de piezas con unas características muy similares: todas ellas tienen asas, unas a modo de bandeja ( ¿ofrenda o paseo? ), otra a modo de maletín. Por otra parte, llevan grabados en bajorrelieve, modulaciones dactilares en unos casos, impresiones volumétricas de primitivos elementos de hardware en otros, como discos duros, placas motoras referenciales y conexiones internas. Las incógnitas que se plantean a partir de la aparición de las “portadoras” son inmensas. Todo hay que decirlo, son elementos de reciente descubrimiento, y no existen por el momento hipótesis ni teorías que puedan orientarnos más allá de las deducciones lógicas que se derivan de su observación aplicada. Podría deducirse, es cierto, que algunos individuos las hubieran confeccionado a modo particular para lucirlas en reuniones o citas comunitarias, queriendo expresar algún tipo de nostalgia de especie de tiempos pasados.


RQ_PORT·0005






RQ_PORT·0004






RQ_PORT·0003







RQ_PORT·0002





RQ_PORT·0001

17.2.08

·· Cabezas / Heads

·
RQ_CA·0004






RQ_CA·0001








RQ_CA·0002






RQ_CA·0003

·· Elementos de ritual / Elements of ritual

·
Yacimiento de Tivalnán







RQ_Ri·0004



Las estrategias de rituales que pudieran derivarse de los objetos hallados no concuerdan con nada conocido hasta la fecha. Diferentes científicos de tendencias paralelas y también antagónicas coinciden en afirmar que se trataba de rituales pasivos, en los que los objetos aportados a ellos se utizaban muy posiblemente para identificar a los participantes, a modo de carnet de identidad objetual, y no como símbolos evidentes de intenciones, actitudes y/o divinidades. Lo que demuestra que dichos ritos debían de encontrarse en una fase muy primitiva, preliminar en el tiempo, muy próxima al establecimiento de bases y liturgias, aunque sin una finalidad muy clara, aparte de la pura necesidad de llevarlos a cabo.



RQ_Ri·0005






RQ_Ri·0006





RQ_Ri·0007






RQ_Ri·0008






RQ_Ri·0003






RQ_Ri·0002








RQ_Ri·0001

·· Entretenimiento / Entertainment

·
RQ_En·0002



Posible juego de aplicación de raciones de inteligencia suplementaria. Se utilizaría de forma rudimentaria aplicando el objeto de tres patas sobre la cabeza del necesitado. Yacimiento de Twalmón.



RQ_En·0001


Juego de los siete opúsculos ineludibles. Estrategias de libertad y esclavismo. Patrones ancestrales de comportamiento. Yacimiento de Gagondió.

·· Hombres muertos, hombres vivos / Dead men, alive men

·

Yacimiento de Twalmón





RQ_HM·0001




Vivo o Muerto
Yacimiento arqueológico de Twalmón (2008-2035 d.C.) y en menor cantidad en el yacimiento arqueológico de Tivalnán (2010-2050 d.C.)

Se tiene constancia de escasas piezas pertenecientes esta serie. El ritual de representar artesanalmente a hombres vivos y a hombres muertos, en comparación directa, se circunscribe a una región muy concreta en el norte de la isla de Mallorca (Twalmón), y fue llevado a acabo por integrantes de una sola tribu o agrupación étnica. Los restos encontrados en el yacimiento de Tivalnán fueron casi con toda seguridad llevados por pobladores de Twalmón en circunstancias que todavía se desconocen. Sabemos poco acerca de esta práctica vital reduccionista, puesto que tanto en los lugares de excavación, como en las propias piezas, no se han encontrado inscripciones aludiendo a ella. De todos modos, queda claro que, por su simplicidad filosófica, la forma de abordar el tema de la vida y la muerte tiene que ver con un período muy precario, de crisis existencial para el grupo étnico en cuestión.

Las réplicas de sarcófagos encontrados hasta la fecha se caracterizan por su ornamentación geométrica sencilla, de un gusto exquisito, en contraposición a otros elementos de la misma cultura, en su caso mucho más rústicos.



RQ_HM·0002






RQ_HM·0003






RQ_HM·0004








RQ_HM·0005










RQ_HM·0006










RQ_HV·0001







RQ_HV·0001 detalle

·· Corazones / Hearts

RQ_C·0034



RQ_C·0035





·
Yacimiento de Tivalnán








RQ_C·0003


El Llano de los Corazones
Yacimiento arqueológico de Tivalnán (2010-2050 d.C.)


RQ_C·0004






Se han barajado varias teorías para intentar explicar la aparición de tal cantidad de vísceras petrificadas en un mismo enclave geográfico. Y la que ha ido tomando carta de entidad con el tiempo es aquella que habla de esta zona como enclave de peregrinación cultural y/o ritual. Como si en vísperas de unas fechas muy concretas, posiblemente al amparo de ciertas conjunciones astrales, se elaborasen estos corazones intentado plasmar la congoja particular en ellos, para luego llevarlas en procesión desde distintos lugares hasta Tivalnán y dejarlas depositadas allí, tras una serie de peticiones a las divinidades.




RQ_C·0005






RQ_C·0006






RQ_C·0007






RQ_C·0008






RQ_C·0009








RQ_C·0010






RQ_C·0011







RQ_C·0012








RQ_C·0013





RQ_C·0014






RQ_C·0015






RQ_C·0016






RQ_C·0017






RQ_C·0018







RQ_C·0019






RQ_C·0020






RQ_C·0021






RQ_C·0022







RQ_C·0023







RQ_C·0024





RQ_C·0025





RQ_C·0026







RQ_C·0027






RQ_C·0028






RQ_C·0029






RQ_C·0030







RQ_C·0031






RQ_C·0032







RQ_C·0033





Situado en un característico paisaje mediterráneo de monte bajo con predominio de garriga. A doce km. del que fuera en su día Aeropuerto Internacional de Sont Sant Joan (Palma de Mallorca), en dirección a las montañas,en el mismo lugar elegido tres milenios antes como yacimiento mineral por los cartagineses. Se le dio precisamente el nombre de Llano de los Corazones a este depósito arqueológico, debido a la gran cantidad de reproducciones de corazones manipulados, básicamente en terracota, encontradas en sus cuevas, en restos de sencillas arquitecturas rituales (altares) o al amparo de restos de paredes de piedra seca.